Limpia las alpargatas regularmente. Usa un cepillo suave para quitar la suciedad y el polvo. Si las alpargatas están muy sucias, puedes lavarlas a mano con agua fría y jabón.
Evita que se mojen. Si las alpargatas se mojan, déjalas secar al aire libre. No las pongas en la secadora, ya que podrían dañarse.
Guarda las alpargatas en un lugar fresco y seco. Esto ayudará a prolongar su vida útil.
Consejos específicos para cada tipo de alpargata:
Alpargatas de cuero: Las alpargatas de cuero pueden limpiarse con un paño limpio y húmedo. Si las alpargatas están muy sucias, puedes usar un limpiador de cuero suave.
Alpargatas de ante: Las alpargatas de ante pueden limpiarse con un cepillo de cerdas suaves. Si las alpargatas están muy sucias, puedes usar un limpiador de ante.
Alpargatas de lona: Las alpargatas de lona pueden lavarse a máquina en agua fría.
Consejos para evitar que las alpargatas huelan mal:
Evita usar las alpargatas durante períodos prolongados de tiempo. Dales un descanso para que se ventilen.
Limpiar las alpargatas regularmente. Esto ayudará a eliminar las bacterias que causan el mal olor.
Dejar secar las alpargatas al aire libre. No las pongas en la secadora, ya que esto puede empeorar el olor.
Consejos para proteger las alpargatas:
Usa protector de calzado. El protector de calzado ayudará a proteger las alpargatas de la suciedad, el polvo y el agua.
Guarda las alpargatas en una bolsa de zapatos. Esto ayudará a protegerlas del polvo y la suciedad.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tus alpargatas durante muchos años.